En el ensayo que hemos visto hoy en el Euskalduna de la opera de Mozart y Da Ponte, compositor y libretista de "Così fan Tutte", tratan de hacernos
comprender a través de las enseñanzas
de Don Alfonso, fundamentalmente a nuestras jóvenes e
inexpertas parejas cuyos novios no
esperan de sus prometidas nada menos
que la perfección … ¡imposible no
terminar decepcionado!
Y, por supuesto, un aprendizaje así exige sentido del humor, autoconfianza y ser capaz de examinarse a sí mismo sin tomarnos demasiado en serio.
Y, por supuesto, un aprendizaje así exige sentido del humor, autoconfianza y ser capaz de examinarse a sí mismo sin tomarnos demasiado en serio.
Una obra que
trata de mostrarnos la verdadera esencia de las relaciones humanas y que permite que cada uno saque su moraleja, si bien Mozart nos da algunas claves más con la
orquestación: en la escena final hay un
predominio de los instrumentos de viento
que de alguna manera rebaja un poco
la alegría general, quizás diciéndonos
que la vida hay que aceptarla tal y como
es, y que los ideales demasiado buenos
para ser verdad pueden llevarnos por el
camino de la infelicidad.