El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

martes, 27 de junio de 2023

A menos de un mes de las elecciones,
la victoria del progresismo en España es posible.

Dicen numerosos analistas políticos que el contexto actual es muy diferente al de hace unos 15 años, pero guarda algunas similitudes que pueden guiar a las fuerzas progresistas.
Entre los parecidos razonables con 2008 se encuentra la configuración de un PP radicalizado en un escenario de polarización emocional.
Ante esa realidad, la baza de la izquierda no es apelar al miedo hacia la ultraderecha como movilizador del voto, sino la advertencia de un PP condicionado por estos.
Es importante recalcar que son cuestiones diferentes, que tampoco operan para convertir o desalentar a votantes de la derecha que, en el mejor de los casos, ven en Vox un mal menor para echar a la izquierda.
En cambio, esta segunda opción sí puede servir como desincentivo para quienes a día de hoy piensan en la España actual en cambiar su opción electoral del PSOE al PP y que alcanzan entre el 7% y 9% de los votantes socialistas de 2019
Al día de hoy, todo parece indicar que la agenda y el marco de la campaña están siendo favorables para los partidos progresistas. El debate sobre el debate, los pactos del PP con Vox y, especialmente, la violencia machista se han configurado como ejes de la conversación política. Son temas que incomodan al PP y que se están acrecentando.