Bajo el cielo nublado,
el mar se ve tan triste.
Como si quisiera llorar,
por todas las almas perdidas.
Pero en los atardeceres,
todo cambia de color.
El cielo se llena de naranja,
y el mar de un azul intenso.
Entonces es cuando uno puede contemplar,
toda la belleza de la vida.
Y olvidarse de todos los problemas,
que parece no tener fin.
Clarabella Varela
el mar se ve tan triste.
Como si quisiera llorar,
por todas las almas perdidas.
Pero en los atardeceres,
todo cambia de color.
El cielo se llena de naranja,
y el mar de un azul intenso.
Entonces es cuando uno puede contemplar,
toda la belleza de la vida.
Y olvidarse de todos los problemas,
que parece no tener fin.
Clarabella Varela