en la que los catalanes elegirán su Parlamento.
en la que elegiremos el nuevo Parlamento Europeo.

Enrique Galván:

No podemos dejar ganar a quienes degradan la política

lunes, 9 de octubre de 2023

Condenar es necesario,
pero aún lo es más comprender.
La violencia de Hamás es inadmisible,
pero tal vez no existiría sin los agravios infligidos
a los palestinos y sin el incumplimiento de DD.HH.

 Las imágenes de los civiles israelíes asesinados por Hamás han conmovido al mundo. ¿Cómo es posible tanto odio? Condenar es necesario, pero aún lo es más comprender. La violencia de Hamás es inadmisible, pero tal vez no existiría sin los agravios infligidos a los palestinos. El gobierno israelí no se ha caracterizado por el respeto a los derechos humanos.
Algunos ejemplos que también debemos de recordar. Un día antes del ataque de Hamas en Israel se había producido un asalto de colonos israelíes escoltados por el ejército en Huwarah (Nablus). Se produjeron saqueos, destrozos de comercios y asesinaron de un disparo en el pecho a un joven palestino de 19 años.
Por otra parte, dejar sin electricidad a la población civil es un acto criminal que debería tener la inmediata respuesta de Naciones Unidas. Lo es cuando Rusia comete esta atrocidad contra Ucrania y no deja de serlo cuando Israel se lo hace a Palestina.
Aquel magnífico y bello sueño de que el pueblo judío fuera al lugar donde había vivido 2.000 años atrás, se unió a una mentira, y esa mentira decía, y dice aún hoy, que era una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra. Es una mentira porque el 91% de la población era palestina y el 9% era judía".
En Israel se está propagando una mentalidad parecida a la de los blancos sudafricanos en la época del apartheid. Cualquier crítica a la política del gobierno israelí con los palestinos se interpreta como antisemitismo y cada vez se deshumanizaba más a los árabes.

Es una lástima porque si lo que hace el gobierno de Benjamín Netanyahu
lo hace el gobierno de Putin,
toda la prensa occidental se rasga las vestiduras.

Para ser más creíble hay que ser más ecuánime.