Aitor Esteban se despidió ayer como portavoz del PNV en el Congreso para hacerse cargo de Euskadi Buru Batzar, es decir la presidencia de su partido, en Bilbao.
Aitor Esteban ha sido reconocido en muchas ocasiones como uno de los mejores oradores en la cámara baja y como un ejemplo de lo que debe entenderse por un portavoz parlamentario.
Nunca se le ha escuchado un insulto, ha hecho lo posible por presentar argumentos en defesa de sus tesis, en lugar de acudir a descalificaciones del contrario. Se puede estar de acuerdo o no con el programa que defiende, pero no con la forma en que lo ha hecho en el Parlamento español.
Por eso, llamó tanto la atención hoy que muy pocos diputados del PP se unieran al aplauso que iniciaron los demás grupos, avo Vox, por supuesto. Aplaudieron, menos mal, Alberto Núñez Feijoo y Cuca Gamarra, colega del señor Esteban como portavoz parlamentaria, pero muchos diputados populares se mantuvieron en silencio, quizás porque no se dieron cuenta de que su jefe de filas si se unía a la despedida del diputado del PNV, sin mucho entusiasmo, todo hay que decirlo, pero con educación, al fin y al cabo.
Es una lástima que los diputados populares tengan tan poco conocimiento de la historia de su propio partido y tan poco criterio como para no aplaudir a un colega que se lo merece sin esperar a que alguien les de la orden. Una lástima que una vez más, muchos diputados del PP coincidan con los de Vox.