La Constitución otorga al presidente del Gobierno la prerrogativa de disolver las Cortes. Es decir, el sistema está diseñado para que sea él quien utilice esa baza política como crea conveniente. El PP le está pidiendo a Sánchez que haga su trabajo por ellos, en vez de utilizar las herramientas democráticas a su disposición.
La composición del Parlamento es la que es y la han decidido los votantes, no Sánchez. La única vía para cambiar el Gobierno a corto plazo es una moción de censura para la que no tiene los votos. Y si quiere conseguirlos, copiar la estrategia de la ultraderecha con agitación en las calles y exageraciones apocalípticas es ir en dirección contraria a ese objetivo, e insultar a los partidos que necesita para realizar ese cambio destruye sus credenciales por el camino.

Alberto Núñez Feijóo rodeado de banderas de España durante la manifestación convocada por el PP
en Madrid, este domingo. Jaime Villanueva
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Continuar con esa estrategia, algo que parece que no va a cambiar, nos tranquiliza a los que no queremos que esa alternativa extrema derechista españolaza cuente con los votos suficientes. para ser alternativa.