No tengo puñeteras ganas de que Abascal sea vicepresidente,
me da igual que me digan "botifler" o "mamporrero".

lunes, 22 de diciembre de 2025

No hay equidistancia posible entre el fascismo
y la democracia para cualquiera que de verdad
defienda la palabra libertad


Vox es una amenaza para la democracia española,
para la convivencia pacífica y para la propia libertad
que dice defender.
Exactamente igual que Trump en Estados Unidos.
Igual que ocurre en Francia con Le Pen. 
Vox busca cada día una nueva provocación
y utiliza en su campaña las mismas técnicas
que el fascismo inventó en los años 20 y 30. 
Deshumanizar al rival, al que convierten en “enemigo”
al que hay que echar del país. 
Provocar enfrentamientos en barrios populares
a los que se desprecia como 
“estercoleros culturales”.
Manipular 
los datos (y las fotos) para azuzar el odio
contra los más débiles, los migrantes menores de edad,
a los que 
tachan de violadores en “manadas”.
Y por último banalizar 
amenazas de muerte 
enviadas con balas de fusil a políticos de otros partidos.