Propongo un brindis para celebrar la vida, el trabajo, la solidaridad y la honestidad de mucha gente
que a veces queda oculta tras la capa de caspa de esta sociedad.

jueves, 25 de diciembre de 2025

Tenemos un rey capaz de hablar y andar a la vez. Pero
Memoria democrática, Dictadura, Incendios y Palestina han sido, de nuevo, palabras ausentes.
Mucha paja, poca sustancia.

Noche grande en el Palacio de la Zarzuela.
Un año más (
y ya van 12) Felipe VI aprovechado la oportunidad de lucir ante la ciudadanía española sus dotes oratorias
El jefe del Estado ha pronunciado puntual su discurso navideño en el que ha repasado el año que está a punto de terminar. Siempre desde la perspectiva interesada y manipulada, desclasada y conservadora, de la Casa Real. 

El rey Felipe VI, durante su mensaje de Navidad.
Youtube Casa Real
publico.es/opinion/columnas/Sato-Diaz//
repita-voz-alta-majestad-dic-ta-du-ra
El 22 de noviembre de 1975, dos días después de la muerte oficial de Francisco Franco, Juan Carlos I fue proclamado rey de España ante las Cortes franquistas jurando su lealtad a los principios del Movimiento Nacional. Y hasta hoy, la Jefatura del Estado continúa siendo un cargo hereditario para llegar al cual solo hace falta estar bien colocado en la línea sucesoria sin ser necesario mostrar especiales aptitudes para asumir tal responsabilidad, ni ganar méritos, ni recibir apoyo popular, ni rendir cuentas a la ciudadanía. 

Según el relato de Zarzuela, existe una comunión convivencia-monarquía-democracia en la que España ha vivido en el último medio siglo. Sin embargo, Felipe VI ha hecho piruetas dialécticas para no nombrar en ningún momento el concepto 'dictadura'. Como si no fuera una sucesión histórica necesaria: de la dictadura franquista surgió la monarquía borbónica que se restauró en España por voluntad de Franco. 

La memoria democrática, por otro lado tan necesaria para la convivencia, vuelve a ser un gran ausente de la intervención de Felipe VI. Incluso en este año de 50 aniversario de la muerte de Franco. Cuatro sílabas no son tan difíciles de pronunciar. Repita en voz alta, majestad: "Dic-ta-du-ra".

"Los fenómenos climáticos son un condicionante cada vez mayor y en ocasiones trágico", reconocía Felipe VI, sin concretar más, ni criticar más, ni profundizar una pizca en los devastadores incendios forestales fruto de la incapacidad del gobierno PP/Vox. Ni rastro tampoco de las palabras 'genocidio', 'Palestina' o 'Gaza', precisamente en este año 2025, cuando el mundo entero ha visto casi en directo cómo se materializaba la masacre más cruel contra el pueblo palestino. 

Hay palabras que no pueden no ser pronunciadas en un año como este.

Pero hoy, fundamentalmente, la prensa destacará la gran capacidad renovadora del monarca, entre otras cosas, porque ha demostrado ser capaz de hablar y andar a la vez.