Ayer fue un buen martes para darse una vuelta por la capital oficial del país. Tras una entrañable comida en un restaurante, donde coincidimos mesa con mesa con el "bilbaino" Savovic y el "vitoriano" Rakocevic, nos fuimos a visitar al parlamento a un conocido bloggero.
Hacía un par de años que no entraba en la casa donde se aprueban las leyes, y me sorprendió encontrarme en el segundo piso con esta escultura de Javier Perez. Se trata de una conjunción de dos trabajos anteriores del artista bilbaino, 'Tempus Fugit' y 'Mutaciones VII'. Y aunque sea neurona para unos, o cepa para otros, cualquiera de las dos interpretaciones puede venir bien al lugar donde se asienta. En su entorno unas "campanas" que suponen "el tañido de la obra", como una suave letanía para unos, o un auténtico icono melódico que rítmica y armoniosamente toca "a muerto" sienso fiel compañero de viaje de parlamentarios y demás trabajadores del edificio hasta que se les acaba la paciencia a los que mas horas meten en la casa. Esta última adquisición del Parlamento Vasco fue catalogada en su momento como una apuesta calificada de riesgo. Yo, personalmente, no le auguro mucho futuro a esa estatua, al menos, en ese lugar.
Por cierto, si no habéis visitado la página del parlamento, merece la pena que le dediquéis un rato.
Hacía un par de años que no entraba en la casa donde se aprueban las leyes, y me sorprendió encontrarme en el segundo piso con esta escultura de Javier Perez. Se trata de una conjunción de dos trabajos anteriores del artista bilbaino, 'Tempus Fugit' y 'Mutaciones VII'. Y aunque sea neurona para unos, o cepa para otros, cualquiera de las dos interpretaciones puede venir bien al lugar donde se asienta. En su entorno unas "campanas" que suponen "el tañido de la obra", como una suave letanía para unos, o un auténtico icono melódico que rítmica y armoniosamente toca "a muerto" sienso fiel compañero de viaje de parlamentarios y demás trabajadores del edificio hasta que se les acaba la paciencia a los que mas horas meten en la casa. Esta última adquisición del Parlamento Vasco fue catalogada en su momento como una apuesta calificada de riesgo. Yo, personalmente, no le auguro mucho futuro a esa estatua, al menos, en ese lugar.
Por cierto, si no habéis visitado la página del parlamento, merece la pena que le dediquéis un rato.