Los segundos días del segundo mes del año se celebra el Día de la Marmota. En algunos pueblos del norte de América lo celebran esperando que el bichejo les señale la climatología de las próximas semanas. Y la cosa se queda en eso.
El Día de la Marmota también es una película, ¿la recuerdan?, atrapados en el tiempo los hechos se repetían cíclicamente y las preguntas y respuestas de cada uno de los personajes eran perfectamente previsibles por los espectadores.
Algunos hemos comparado muchas veces el argumento de la película con la vida política cotidiana de este país. Desgraciadamente previsibles las preguntas y las respuestas de nuestros políticos. Solo pequeños matices que permitían prever que avanzábamos un poquito con respecto a la vez anterior. ¡Qué paciencia!
Algunos hemos comparado muchas veces el argumento de la película con la vida política cotidiana de este país. Desgraciadamente previsibles las preguntas y las respuestas de nuestros políticos. Solo pequeños matices que permitían prever que avanzábamos un poquito con respecto a la vez anterior. ¡Qué paciencia!
Pero parece ser que, aunque todavía están los del raca-raca y la matraca, las cosas van a evolucionar a un ritmo mayor aprovechando ... que la marmota no se despierta.