Es indignante el cinismo con el que se descalifican las actitudes y comportamientos del PSOE en particular, de la izquierda en general, mientras se evita cualquier crítica a los mismos comportamientos en la derecha. Resulta increíble el incesante desfile de presiones al PSOE para que permita la investidura de Rajoy como presidente de Gobierno. Con métodos propios de la propaganda nazi, se repite hasta la saciedad que otra actitud distinta de la abstención sería un signo de irresponsabilidad.
Este bombardeo muestra, por un lado y una vez más, el control absoluto de los medios de comunicación dominantes que ha conseguido la derecha. Esta unanimidad, de darse en Venezuela o en cualquier otro país cuyo gobierno despierte parecidas animadversiones en nuestra prensa derechista, merecería una permanente atención de columnistas y tertulianos como expresión de la falta de democracia. Podría decirse que esa unanimidad no es sino una muestra de que no hay otra salida. Pero no cabe admitirlo cuando el cinismo de las opiniones es tan evidente y la irresponsabilidad se achaca en la dirección menos evidente.
También resulta sorprendente que la ciudadanía pida pactos y cesiones a los políticos … y penalice después con sus votos precisamente a quienes lo intentaron en primavera. En estos momentos, solo hay un responsable de formar gobierno y se llama Mariano Rajoy. Y suyas han sido, son y serán las principales acciones (sobre todo omisiones) calificables de irresponsables. La misión del líder de la oposición no es suplir la irresponsabilidad del candidato, sino trabajar para tener preparada una alternativa en el caso de que Rajoy fracase en su tarea.
También resulta sorprendente que la ciudadanía pida pactos y cesiones a los políticos … y penalice después con sus votos precisamente a quienes lo intentaron en primavera. En estos momentos, solo hay un responsable de formar gobierno y se llama Mariano Rajoy. Y suyas han sido, son y serán las principales acciones (sobre todo omisiones) calificables de irresponsables. La misión del líder de la oposición no es suplir la irresponsabilidad del candidato, sino trabajar para tener preparada una alternativa en el caso de que Rajoy fracase en su tarea.