Faltan quince días para el inicio de la 38ª edición
Y la pregunta es:
¿Por qué somos capaces de engalanar el todo Bilbao
con los colores blanquirrojos bilbainos
y no podemos colocar unas sencillas balconeras
durante nuetra semana de fiestas,
aún a sabiendas de que esta pequeña contribución vecinal
supondría una mejora trascendental de su imagen
y una importante aportación
para su proyección internacional?