Ayer estuve por Bilbao y recordé tanto las inundaciones de hace 33 años, como la aburrida, tediosa y estúpida guerra de banderas que promocionada por la radicalidad abertzale de aquellos años, rompía y quemaba instalaciones públicas, autobuses, etc ... y lo que es peor, la convivencia de toda la ciudadanía. ¿Habrán hecho una evaluación razonable de sus actos dándose cuenta de la inutilidad de los mismos? Muchos de ellos, todavía no.
Hoy en día, todo ha cambiado, claramente a mejor. Ya no reciben consignas para romper ni quemar nada, incluso en ayuntamientos donde ellos gobiernan han puesto la bandera española por primera vez, y sus procesiones periódicas gozan, cada vez con mas claridad, de la indiferencia de la ciudadanía.
Ayer, su "manifa" habitual de los viernes grandes bilbaínos, con sus habituales Jone Goirizelaia y Tasio Erkizia, apenas juntaron un millar de simpatizantes. Foto de El País: