Con este PP todo es negociable salvo alguna cosa, por ejemplo la unidad de España, lo cual nos alivia mucho. Lo será sin embargo la política penitenciaria. Se desatará la polémica en cuanto Zoido sugiera el acercamiento de los presos etarras, pero a mí me convence el argumento de Redondo Terreros: el alejamiento obedecía a la lucha contra una banda activa; desaparecida la causa, no hay motivo para perpetuar el efecto. Cuando suceda, poco le importará al presidente el recuerdo de Ortega Lara y otros símbolos de la derecha sociológica, porque la personalidad de Rajoy ha modelado un PP gaseoso, que se expande y se mezcla porque ni pesa ni dura. Por eso la irritación de Aznar. Toda identidad se nutre del antagonismo, pero contra don Mariano no se puede vivir. Es como escupir al cielo. Ahí están las testas colgantes de Mas o de Sánchez, coronadas con su propia saliva. En el Parlamento a menudo don Mariano pica como una abeja, pero en algunos despachos flota como una mariposa. Sin dejar de hacer el oso.
pero la razón mucho mejor es que se trata de Wikipedia. Si puedes, dona.”
lunes, 19 de diciembre de 2016
El oso ecuménico que Rajoy lleva dentro.
Con este PP todo es negociable salvo alguna cosa, por ejemplo la unidad de España, lo cual nos alivia mucho. Lo será sin embargo la política penitenciaria. Se desatará la polémica en cuanto Zoido sugiera el acercamiento de los presos etarras, pero a mí me convence el argumento de Redondo Terreros: el alejamiento obedecía a la lucha contra una banda activa; desaparecida la causa, no hay motivo para perpetuar el efecto. Cuando suceda, poco le importará al presidente el recuerdo de Ortega Lara y otros símbolos de la derecha sociológica, porque la personalidad de Rajoy ha modelado un PP gaseoso, que se expande y se mezcla porque ni pesa ni dura. Por eso la irritación de Aznar. Toda identidad se nutre del antagonismo, pero contra don Mariano no se puede vivir. Es como escupir al cielo. Ahí están las testas colgantes de Mas o de Sánchez, coronadas con su propia saliva. En el Parlamento a menudo don Mariano pica como una abeja, pero en algunos despachos flota como una mariposa. Sin dejar de hacer el oso.