Nuestro deseo de paz e iluminación, alegría y buena voluntad, no requiere de ninguna creencia religiosa ni está reservado a ningún día sagrado. El calor y la simpatía de estos días son cosas que tratamos de fomentar durante todo el año, para los creyentes y no creyentes por igual.
No necesitas a Dios para tener esperanza, para ser solidario, para amar, para vivir. La integridad humana no depende de las creencias religiosas.
Hay creyentes buenos y no creyentes buenos, y hay creyentes y no creyentes malvados. No se puede predecir el carácter moral de alguien sólo por sus creencias metafísicas.
Seas negro, blanco, mestizo…
Alto, bajo, gordo, delgado…
Mujer u hombre. Heterosexual, homosexual o bisexual.
De izquierdas, derechas o apolítico.
Creyente o no creyente.
Seas lo que seas, si eres honesto
y crees que todo ser humano tiene derecho
a vivir como quiera mientras no haga daño a los demás,
te deseo felices fiestas,
lo mejor para el próximo año
y que disfrute de estos días
junto a sus seres queridos.
Yo así lo pienso hacer.