El problema es que esa "fiesta" suele correr a cuenta del contribuyente, y la resaca de la misma tiene consecuencias que trascienden al propio PP y ensucian al llamado "sistema" en su conjunto. Eso sí: nada de equidistancias, porque es meridianamente claro que hay actores políticos que siguen considerando lo público como cortijo particular.
Tanto las acusaciones de Ayuso a Casado y su equipo como las de Teodoro García Egea a Ayuso indican que esta guerra total sólo puede acabar con el fin de la carrera política de Ayuso ... o de Casado ... o de ambos.
El futuro de Egea, todavía es más oscuro.
Tanto las acusaciones de Ayuso a Casado y su equipo como las de Teodoro García Egea a Ayuso indican que esta guerra total sólo puede acabar con el fin de la carrera política de Ayuso ... o de Casado ... o de ambos.
El futuro de Egea, todavía es más oscuro.
Suele adjudicarse a Giulio Andreotti aquello de que "hay amigos íntimos, amigos, conocidos, adversarios, enemigos, enemigos mortales y… compañeros de partido". “Lo peor que se puede esperar de los políticos...", es lo que Ayuso adjudica directamente al "entorno de Pablo Casado".
Si algo domina el guionista MAR (Miguel Angel Rodriguez) es el ejercicio de convertir a su jefa en mártir del universo, víctima del sanchismo, del socialcomunismo o del mismo Lucifer redivivo. Y si algo se le da bien a Ayuso es ejercer como sufridora de persecuciones múltiples. Ha protagonizado portadas de leyenda, hasta disfrazada de virgen dolorosa con tal de no asumir sus responsabilidades.
Suficientes ingredientes como asegurar que la fiesta, de mometo, no se acaba.
Y es evidente que en principio, ver discutir a los enemigos políticos resulta estimulante, pero tras el primer bindis, en el segundo piensas que será mejor que gane Casado, y después, en el tercero que ni uno ni otro, que Nuñez Feijo coja las riendas del partido, rompa claramente con la extrema derecha y encarrile a su partido en la senda de los conservadores europeos. Por el bien de todos/as los demócratas.
Y es evidente que en principio, ver discutir a los enemigos políticos resulta estimulante, pero tras el primer bindis, en el segundo piensas que será mejor que gane Casado, y después, en el tercero que ni uno ni otro, que Nuñez Feijo coja las riendas del partido, rompa claramente con la extrema derecha y encarrile a su partido en la senda de los conservadores europeos. Por el bien de todos/as los demócratas.