Antes, era normal ver a los políticos deseando sacarse fotos con niños.
A muchas personas nos parecía un poco vergonzodo y "aprobechategi".
Pero tal como nos enseño Murphy, "todo puede empeorar", y esto también.
De repende, desprecian a los niños, y por ganar unos votos,
se acercan a las vacas, aunque sea con los zapatos
con los que diariamente pisa moqueta.