El artículo de Fernando Savater titulado “Europa en vilo por Meloni” minimiza la importancia de la llegada al poder de Giorgia Meloni y Fratelli de Italia porque se ha realizado por las urnas, poniendo en duda su carácter fascista y equiparando lo dañino de su ideología a otras formaciones, en este caso Podemos, que considera más lesivas o al menos iguales.
Según el famoso filósofo, si aquí sobrevivimos a ministros y políticos como Pablo Iglesias, Irene Montero, Yolanda Díaz, Alberto Garzón, Ione Belarra, Pablo Echenique … seguro que a Italia no le irá peor con la líder de la extrema derecha. Me parece una afirmación repugnante.
Según el famoso filósofo, si aquí sobrevivimos a ministros y políticos como Pablo Iglesias, Irene Montero, Yolanda Díaz, Alberto Garzón, Ione Belarra, Pablo Echenique … seguro que a Italia no le irá peor con la líder de la extrema derecha. Me parece una afirmación repugnante.
Las premisas del artículo de El País solo pueden ser defendidas desde la más absoluta amoralidad o ignorancia. A todos nos consta que Fernando Savater no es un ignorante, solo un intelectual que tiene la ética envejeciendo regular.
Savater argumenta que el fascismo no puede serlo si llega al poder por las urnas y por el contrario es fascista quien se moviliza en manifestaciones si el fascismo llega al poder por las urnas. No solo considera que la libre expresión de un derecho como el de movilización es una concepción fascista de la actividad política cuando él piensa que no debe ser ejercido, sino que además elude los procesos de conformación del posfascismo actual y el fascismo histórico, que utilizó las urnas como método para lograr el poder y cambiar una democracia en una dictadura desde el poder por la vía democrática.
Esa concepción de toma del poder por la vía de las urnas, sin romperlas antes de lograrlo, es la diagnosis que han realizado los partidos posfascistas tras la Segunda Guerra Mundial.