En un interesante artículo publicado en EL PAÍS, Ali Ahmad Said Esber, conocido por su seudónimo Adonis, poeta y ensayista sirio, podemos leer sus tesis sobre las rebeliones árabes. Termina diciendo que si una persona quiere ser miembro destacado de una gran sociedad, debe aprender el arte de hacer concesiones a la voluntad general, aunque esta se encuentre equivocada. Si no lo hace así, esa persona no será nada, ni logrará nada, y no merecerá más apelativo que el de "hijo extraviado". Él, personalmente, prefiere serlo, prefiere que le califiquen como "hijo extraviado" antes que apoyar la voluntad general equivocada, cosa que comparto. Os adjunto a continuación algunas de sus tesis:
Primera tesis. ¿Qué perderían los árabes hoy si desaparecieran todos sus regímenes? Lo más probable es que la inmensa mayoría de los árabes contesten: no perderíamos nada.
El cambio no debe reducirse al aspecto político, de poder, sino que ha de ser global y radical, es decir, que transforme la estructura sociocultural sobre la que se levantan dichos regímenes.
Segunda tesis. El régimen existente en cualquier Estado árabe es una cultura en el sentido amplio de contrapuesta a la naturaleza. Es religión, pensamiento, literatura, arte, valores, ética, obras, visiones de las cosas.
Reducir la oposición a todo ello exclusivamente a la política, al simple hecho de derribar el sistema en tanto Gobierno o poder, no es más que reducir la propia oposición.
Tercera tesis. Hoy, por efecto de las rebeliones promovidas por los y las jóvenes, es posible poner las bases de ese tipo de cambio mediante una doble y simultánea lucha contra el ámbito por el que discurre el poder árabe, el de lo medieval-religioso, en sus diversas formas y entrecruzamientos, y contra la cultura que lo instituye e inculca.
Cuarta tesis. Con esto, no se hace un llamamiento contra la religión en sí, o contra la religiosidad, sino que se apela a rechazar el uso político y social de la religión. Mas, la sociedad como un todo no se construye sobre la ciudadanía religiosa, sino sobre una ciudadanía civil. Solo así se garantizan los derechos humanos, es decir, con independencia del credo, de la pertenencia, del sexo y de la raza; solo de este modo se garantiza el edificio social.
Quinta tesis. Toda sociedad en la que se mezcle la política con la religión es de todo punto contraria a la democracia. Por su propia naturaleza, toda norma religiosa estipula la mutua exclusión.
Sexta tesis. ¿Qué sentido o valor tiene el cambio en la sociedad si no va esencialmente unido a la liberación de la mujer de todas las cadenas que se le imponen? ¿Qué sentido tiene la propia sociedad si la mujer no es libre dentro de ella igual que el hombre, y en todos los campos y niveles?
Séptima tesis. Es obligado contemplar con honda perspectiva crítica la terminología que se emplea demasiado a la ligera. No es correcto definir el islam, en tanto religión, como "político" o "moderado" cuando se está hablando sobre asuntos políticos, sociales y culturales.