Hoy martes 25 de octubre se cumple el trigésimo segundo aniversario de la aprobación en referéndum del Estatuto de Gernika por la ciudadanía vasca.
La singularidad de Euskadi se manifestbaa en el hecho de que era la única de las 17 comunidades autónomas de España que carecía de festividad oficial.
Además, el 25 de octubre es una fecha relevante en la historia de Euskadi, no sólo por ser el día del referéndum autonómico de 1979, sino también por la famosa y controvertida Ley del 25 de octubre de 1839, que confirmó los Fueros vascos y navarros "sin perjuicio de la unidad constitucional de la Monarquía". Sabino Arana consideró esa ley el final de la independencia milenaria de Euskadi, conforme a su teoría de la historia vasca.
Por otra parte, la etapa actual es la única en la historia de Euskadi en la que han confluido la autonomía, la foralidad y el régimen fiscal concertado. Con la salvedad del efímero precedente de la República, Euskadi sólo ha existido institucionalmente desde la aprobación del Estatuto de Gernika el 25 de octubre de 1979, que es su auténtica acta fundacional. Además, el resultado del referéndum no ofreció lugar a dudas: el 90% de los votantes vascos lo aprobó y tan sólo un 5% votó en contra. De todos los Estatutos refrendados en las urnas en la España de las autonomías, el de Gernika ha sido el Estatuto que logró mayor respaldo popular, superando incluso al catalán, que fue ratificado el mismo día con una abstención similar al vasco: el 40%.
El Estatuto de Gernika, lejos de estar muerto, se encuentra hoy más vivo que nunca. No hay otra fecha más adecuada en la historia del País Vasco. Ayer mismo se preguntaban en la prensa si es una fiesta con fecha de caducidad. Y yo creo que evidentemente sí, pero como todas, en cuento los vascos nos pongamos de acuerdo, con una mayoría al menos tan amplia como está, sobre un proyecto nuevo, estupendo. Hasta entonces, celebremos el 25 de octubre y hagamos hincapié mas en lo que nos une que "en lo otro".
