Cuando se aprobó, no existía internet, ni teléfonos móviles. No se habían puesto en marcha las CC.AA., La Unión Europea actual por aquél entonces era solo una comunidad económica, nuestra moneda actual no era ni proyecto en los planes de los dirigentes europeos de entonces, y así podría seguir diciendo varias cosas. Entre las últimas novedades, el horizonte sin violencia que se ha abierto recientemente y que por aquel entonces ni se soñaba.
La Carta Magna actual requiere de una renovación. Ya se que se me dirá que algunas cosas que desearía siguen siendo al día de hoy intocables, como la monarquía, pero es que hasta en este tema requiere del retoque necesario para que una mujer tenga los mismos derechos que un hombre.
También se me dirá que abrir el melón de los retoques a la misma daría pie a que cada uno intentase arrimar el ascua a su sardina y que se aportaría muchas sugerencias que no reunirían el suficiente apoyo para su inclusión. Incluso se me dirá que ni es el mejor momento ni la correlación de fuerzas actualmente existente permite re-lecturas progresistas de la misma y que los cambios, de serlo, serían mas regresivos que otra cosa, pero creo que habría que ir creando el ambiente para que desde el parlamento se crease una comisión que comience a estudiar el tema desapasionadamente.