Ayer nos salió Bono diciendo, entre otras tonterías, que el más disgustado con el tema de Urdangarín era el propio rey. Se me abrían las carnes. O es tonto, que no lo es, o es un sinvergüenza de tomo y lomo, que sí que lo parece.
¿Se atrevería el Borbón a decirnos a la cara sin ruborizarse que no sabía nada de lo que desde hace años tramaba su Iñakitxu?
¿Acaso hacerle cruzar el charco domiciliándole en "yanquilandia" no estuvo relacionado con la intención de alejarle a su chiquillo de sus vicios inconfesables y acallar los cotilleos de la corte que ponían en peligro su chiringuito institucional?
¿A qué viene el Bono a defender lo indefendible?
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