La huelga que anuncian algunos sindicatos de trabajadores de Metro Bilbao para las próximas fechas me sugieren cuatro reflexiones que deseo compartir :
-Algunos sindicatos parecen especializarse en montar broncas en el sector público donde parece que les resulta mas sencillo movilizar a determinados trabajadores que en la mayoría de las empresas privadas. Así vemos que en los últimos años han intentado sacar a la calle a todo el abanico de funcionarios y trabajadores públicos con mucha mayor frecuencia, aunque estos se encontrasen con mejores sueldos y en mejores condiciones, que sus correspondientes homólogos de la privada.
-No quiero que se entienda en este apartado ninguna defensa especial a la actual dirección de Metro Bilbao. Probablemente haya cometido errores de gestión. Como la precedente y la que le siga. Pero a nadie se le escapa que los sindicatos que están convocando reiteradamente huelgas, paros y contratiempos varios en este sector del transporte público lo hace fundamentalmente guiados por motivos claramente políticos, con ánimo de desgaste de la dirección y con el objetivo de poner a la población en contra de los gestores y del gobierno que los ha nombrado.
-No entiendo que dos trabajos del mismo ramo, pero que trabajen en dos empresas distintas, una privada y otra pública, tengan tan distintos derechos o distinta fuerza en función de dónde trabaje y como consecuencia, mas poder de amenaza y posibilidad de que sus patrones se doblen a sus exigencias.
-Este caso empieza a oler en Bilbao como el que hace ahora un año paralizó el tráfico aéreo español. No es justo que unos trabajadores puedan montar semejante caos. Es absolutamente desproporcionado las pérdidas que ocasionan en relación con las reivindicaciones que realmente mantienen. Y puede llegar el momento en el que la ciudadanía exija a las autoridades que 200 personas no puedan boicotear la vida de 200.000 . Parece razonable.