Ciertamente ayer la sensación con la que salimos del partido, deportivamente hablando, era bastante preocupante, porque no está muy claro dónde se encuentra el problema: ¿jugadores o entrenador? De la directiva no hablamos porque si en una junta de accionistas hay que votar, perdemos seguro.
Algo había que hacer y algo se ha hecho. Se busca un saco de las hostias, en este caso Carmichael. Se le abre la puerta. Se trae a un viejo conocido, Markota, que te plantea la duda de si segundas partes pueden ser buenas. Y a esperar.
Por el bien de la afición, ojalá hayan acertado. Pero no lo tengo muy claro.