Martínez Camino ayuda a Rouco Varela a tomar asiento. /EFE |
Este señor, en un alarde de "mear fuera de tiesto", en su intervención de estos días, a raíz de una reunión de su órgano máximo en España, se ha puesto a defender la unidad de "la nación", como el dice, de la Constitución, de nefastas políticas penitenciarias, de autodeterminaciones, de derechos gays, de la mujer, etc ... con un deseo de que confundamos sus palabras y sus opiniones personales radicales de derechas similares a las del "régimen anterior", con las palabras de su Dios, el Dios también de sus ovejas a las que sin duda, pretende confundir.
Pero nada ha dicho de la necesidad de la solidaridad entre la gente que conformamos esta sociedad, de la necesidad de trabajar el apoyo mutuo, el progreso y desarrollo de todos los seres humanos, la colaboración para con los más necesitados, como lo hace mucha gente de base de su organismo y que no comparte para nada sus ideologías personales predemocráticas.
Cómo decía al principio, yo estoy fuera de su redil, pero tengo familiares, amigos y conocidos que profesan en teoría su mismo credo y que están deseando que se vaya, se vaya, se vaya, ... que se vaya de una puta vez. Amén.