Es doblemente triste ver que con los votos del PNV y Bildu se derogue una festividad laica que conmemoraba el día en el que más vascos se pusieron de acuerdo en plan positivo por algo que les unía y que asentaba las bases de un proyecto común. Doblemente triste. Sí.
Primero, porque el PNV se ha dejado influir por Bildu y sus dinámicas en las que lo fácil es unirse en el No y lo difícil es presentar una alternativa clara en positivo. Sin tener una fecha alternativa que sume más adeptos quitan lo poco que tenemos en común.
Y lo segundo, para una puñetera fecha festiva que no empieza por San ...., nos la quitan y ya empiezan a hablar de sustituirla, no ya por el Día de la Resurrección, fecha católica por excelencia, sino por aquel Santiago y cierra España que no sé muy bien a cuantos vascos les puede parecer más representativa para Euskadi.
Pena, penita, pena.