Imágen y texto de: rafa-almazan.blogspot.com.es |
Ha mantenido a la cúpula católica en una lucha constante por hacer a esta sociedad una comunidad sometida a su Iglesia, es verdad que apoyada por muchos de los políticos de este país, sobre todo del PP –donde abundan legionarios de Cristo y opusdeistas hasta en sus altas esferas--, pero también del PSOE (Bono, Vázquez y Bellocq son un ejemplo claro) que han mantenido siempre abierto un hilo conductor entre Iglesia y Estado sin creer en la necesidad de un Estado Laico, propio de todos los países de nuestro entorno y de los tiempos que vivimos.
Rouco ha luchado por imponer leyes divinas sobre las humanas, por mantener una dependencia del poder civil sobre el religioso, ha batallado contra el aborto, contra el matrimonio homosexual, el movimiento 15-M, la cultura, la relatividad, contra la izquierda y en favor de la teoría de la conspiración.
Rouco ha sido uno de los lados de ese cuadrilátero de la ignominia –los otros tres son Aznar, Pedro J., y Jiménez Losantos-- que ha impulsado y mantenido viva la conspiranoia.