Nada es blanco ni negro. Nadie prefiere todo o nada. Recordemos que fue Cameron quien propuso e impuso la pregunta que solo da la opción al sí o no. No había por qué poner a la ciudadanía que vivía tranquila en el brete de tener que elegir una opción tan radical. No había necesidad de tener hoy a la noche a un 45% de la población frustrada.
Escocia quiere ser reconocida como nación. Quiere poder elegir el destino de parte de sus recursos. Quiere ser europea. ¿Por qué hacerla elegir entre corazón y cerebro, entre el miedo a lo desconocido y la seguridad del pasado?
¡Ojalá Escocia pueda seguir siendo una nación reconocida en el mundo libre, una nación europea integrada en estados que seguirán disolviendo lenta y progresivamente su administración en Europa y la sociedad siga unida y no se rompa por estas provocaciones!
¡Ojalá que todos los buitres que hoy apoyan la independencia desde fuera (Rusia, China, ...) vean frustradas sus aspiraciones de meter cuñas en una Europa con problemas!
¡Ojalá la palabra independencia, esa que al día de hoy solo provoca confrontación y llena la boca de políticos mal aconsejados, no vuelva a utilizarse para dividir a una población!