Texto e imagen del artículo de Sabater este domingo en EL CORREO |
Interesante artículo de Sabater sobre los estupendos. Sí. Los estupendos, ...
Esos que por la altanera displicencia se consideran dispensados de cumplir las leyes que no les gustan o les parecen inadecuadas. Según ellos, las leyes son una especie de menú del día entre cuyos platos cada cual puede elegir, éste sí y éste no.
Esos que entienden que no hay otra justicia que lo que ellos consideran justo y que si ellos tienen a la ley por injusta dan lo mismo los requisitos de la legalidad, consideran que las únicas leyes que deben ser cumplidas sin remisión son las que merecen su alto beneplácito y ahí sí que no caben aplazamientos.
Esos que por la altanera displicencia se consideran dispensados de cumplir las leyes que no les gustan o les parecen inadecuadas. Según ellos, las leyes son una especie de menú del día entre cuyos platos cada cual puede elegir, éste sí y éste no.
Esos que entienden que no hay otra justicia que lo que ellos consideran justo y que si ellos tienen a la ley por injusta dan lo mismo los requisitos de la legalidad, consideran que las únicas leyes que deben ser cumplidas sin remisión son las que merecen su alto beneplácito y ahí sí que no caben aplazamientos.
Los estupendos representan, por cierto, la forma más clara de corrupción política, porque precisamente son corruptos aquellos que asumen las leyes cuando les benefician y las ignoran o conculcan cuando obstaculizan sus planes predatorios.