Marino Montero nos recuerda que estos días se han cumplido quince años del cierre del histórico Café del Boulevard de #Bilbao, uno de los escasísimos ejemplos de genuino art-deco y añorado centro de dinamización de la vida sociocultural de la Villa (del que se hizo lenguas el propio Miguel de Unamuno), que acabó sucumbiendo a la especulación inmobiliaria.