La unión entre Don Benito y Villanueva comenzó a barajarse durante los primeros años de la democracia en España. La ciudad resultante será mayor que otras siete capitales de provincia como Huesca o Segovia.
Decía el célebre dramaturgo William Shakespeare que «el destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos». Pues después de varias décadas de infructuosos acuerdos y de intentos fallidos, Don Benito y Villanueva de la Serena serán una sola ciudad, si nada se tuerce, a comienzos de la próxima década.
Me parece un buen ejemplo ante la ingente contidad de municipio de menos de 5.000 habitantes que hay en toda la peninsula.
Respetando la historia de cada nucleo, creo que la operatividad municipal requiere de un número mínimo de vecinos, de una racionalización del gasto, facilitando, y exigiendo en los casos necesarios, acuerdos de fusión entre pueblos cercanos con pocos habitantes.
Respetando la historia de cada nucleo, creo que la operatividad municipal requiere de un número mínimo de vecinos, de una racionalización del gasto, facilitando, y exigiendo en los casos necesarios, acuerdos de fusión entre pueblos cercanos con pocos habitantes.