La izquierda colombiana ahora tiene que demostrar que sabe gestionar.
La francesa que sabe llegar a acuerdos programáticos y de gobierno.
La andaluza, que las autocríticas suelen ser bien recibidas
por su electorado potencial y que de seguir así solo conseguirán
alcanzar la mas grandiosa de las insignificancias.
Sorprendiendo a quienes se creían todopoderosos.
Importunando a quienes no querían entenderlo.
Apartando a representantes de genocidios.