Esta noche en el Arriaga se ha querido recordar aquellas noches de picardía castiza
y espontánea de La Zarzuela madrileña, con un público dispuesto a reír y entregarse al irreverente disfrute de corte vodevilesco.
El Teatro Arriaga ha querido cerrar la temporada brindando una noche de diversión, que contagie desde el escenario la alegría al patio de butacas, y en parte, lo ha logrado.
Para ello, el repertorio escogido ha incluido composiciones típicas de grandes Zarzuelas. como Los sobrinos del Capitán Grant, El dúo de la africana, La Gran Vía, Luisa Fernanda o La corte de Faraón, junto a otras joyas de lo que se denominó, en su momento, como género sicalíptico.
La orquesta y el coro, muy bien, pero los cantantes han mostrado una gran desigualdad de calidad en sus voces e interpretaciones.