Por otra parte, seguir, erre que erre, con el tema de la consulta, cuando todos sabemos que no se dan ni siquiera las condiciones que el propio tripartito establece para ella en su programa de Gobierno ya solo puede implicar ganas absurdas de dar
Al contrario de todos los que han saltado en contra de las tesis de Imaz, fundamentalmente los dos socios del tripartito, yo preferiría que se impusiese el sentido común y que lo que haya que hacer para decidir el futuro de los vascos se haga, a ser posible, entre todos los partidos políticos, y si no es posible, al menos, con el mayor consenso posible, y para ello es imprescindible que al menos, los dos grandes partidos, EAJ-PNV y PSE-EE, estén en la misma onda, y no volvamos a un escenario parecido al de Lizarra, hermosa ciudad en la que precisamente he pasado esta última semana, pero que, como todos sabemos, el acuerdo que llevó su nombre, fracasó estrepitosamente por no cumplir los requisitos que acabo de mencionar y que fueron el fruto de un trabajo horizontal en vez de transversal. Tal vez entonces no hubo otra posibilidad, pero al día de hoy, creo sinceramente que hay posibilidades y margen de maniobra para apostar clara y sinceramente por la transversalidad, porque, y como señala Imaz, el pacto y la no imposición es el procedimiento por el que se constituyen las reglas de juego de las sociedades avanzadas.
lunes, 27 de agosto de 2007
“Transversalidad” versus “Horizontalidad”
Vieja discusión en muchos campos de la vida. En concreto, en el mundo de la enseñanza, al cual pertenezco, creo que casi siempre ha apostado, si observamos las diferentes corrientes pedagógicas más influyentes de las últimas décadas, de manera sensata, y por muchos y diferentes motivos, por la transversalidad.