El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

sábado, 11 de agosto de 2007

Mire señora, hay dos tipos de políticos...

Comentaba ayer J. J. Imaz en EL PAIS que, discurriendo el año 1994, participaba con el canciller alemán Helmut Kohl en un buró político del Partido Popular Europeo. Una dirigente del PP planteaba a Kohl la necesidad de moderar el europeísmo del PPE, dada la creciente desafección de la ciudadanía hacia Europa. El canciller espetó a la interpelante:

"Mire señora, hay dos tipos de políticos. Los que se levantan por la mañana, leen la encuesta y toman en función de ella sus decisiones, y aquellos que tienen una estrategia y están dispuestos a llevarla adelante, aunque en ocasiones les suponga oponerse a las ideas mayoritarias en la opinión pública a la que intentarán convencer de lo contrario. ¿O cree usted que yo pregunté a los alemanes en 1982 si querían que instalase los misiles Cruise y Pershing?".

Aquella decisión, respuesta a los SS-20 soviéticos, fue el último pulso decisivo de la guerra fría y aceleró la debacle de la dictadura soviética. Kohl conocía las encuestas aquel otoño de 1982. Sin embargo, no actuó en función de ellas. Había un objetivo de rango superior, y el tiempo le dio la razón. Actuó con visión de Estado.

El comentario me ha traído el recuerdo de dos situaciones, totalmente distintas, pero ambas relacionadas con posibles encuestas, sondeos de opinión y/o similares:

- La primera, que implicaría una necesaria visión de Pueblo, relacionada con la decisión tomada unilateralmente por el alcalde de mi municipio de retirar la OTA o regulación de los aparcamientos, sin retirarse él, dando la impresión de que "atiende a las encuestas" y que lo mismo le da "tejer que destejer" siempre que él mantenga las agujas en su poder. Flaco favor al futuro de Sopelana.

- La segunda estaría relacionada con la siuación interna actual de EAJ-PNV, y la necesaria toma de postura con visión de futuro para nuestro Partido, con dos planteamientos muy claros, que supondrían actuaciones, alianzas y gestos muy distintos a corto y medio plazo. Ambas tan democráticas como respetables. Pero ninguna encuesta, real o no, debería hurtar a la afiliación, simpatizantes y ciudadanía en general interesada en debatir, lo positivo y/o negativo de cada uno de estos planteamientos. Ningún acuerdo, producido en base a posibles tanteos realizados por gente interesada, debería de producirse sin un debate público previo, y llegados al punto en que estamos, tras mucho tiempo de debates cruzados, insinuaciones y artículos o comentarios que dejan entrever manifiestas divergencias, desde mi punto de vista, plantear un acuerdo en base a personas, evitando una discusión que no tiene por que ser ni acalorada ni pro escisionista, solo conllevaría al retardo de la búsqueda de una clarificación necesaria, tanto de puertas para dentro como para fuera.