9. Abono. Plantas como los rosales, azaleas, rododendros de hoja perenne y las camelias, que prefieren suelos ácidos, apreciarán los restos de su café de la mañana. Igualmente pueden resultar un buen aporte para su compost.
8. Repelente contra insectos. Rocíe posos viejos sobre aquellos sitios donde no quieras ver hormigas, o sobre las propias hormigas. Lo mismo para caracoles y babosas.
7. Tinte. Mezclándolos con agua caliente, se puede utilizar para dar color marrón a las telas, papel e incluso huevos de Pascua.
6. Reparador de muebles. Remoje los pozos y aplique un poco del líquido resultante sobre los rasguños producidos en los muebles.
5. Detergente. Al ser ligeramente abrasivos, los posos son eficaces a la hora de fregar objetos grasientos y mugrientos resistentes a las manchas.
4. Repelente para gatos. Para impedir que los gatos hagan sus necesidades en el jardín, bata con rociar la tierra con una mezcla de posos y cáscaras de naranja alrededor de las plantas.
3. Antipulgas. Aplicar mezclado con champú y masajeando bajo la piel del animal. No sólo evitará las pulgas, sino que logrará mayor suavidad en el pelo de sus cachorros.
2. Antipolvo. Antes de limpiar a fondo la chimenea, sacuda posos de café aún húmedos sobre las cenizas.
1. Reductor de celulitis. Mezcle 1/4 de taza de posos de café caliente y 1 cucharada de aceite de oliva. Extiéndalo sobre una vieja toalla y aplíquelo sobre el área en cuestión. Tápese la zona con un plástico durante varios minutos, límpielo y dse una ducha de agua caliente. Se recomienda dos veces por semana.