Eneko Calle es un joven de Sopelana que se ha destacado en los últimos años por su solidaridad con países que necesitan claramente de nuestra ayuda y colaboración. La solidaridad con el pueblo saharaui le llevó durante los últimos años a realizar varios viajes a los campos de refugiados, a plantear diversas iniciativas para el desarrollo y promoción de aquel pueblo hermano, y ha sido el alma mater de la asociación "Nuyum", que ha reunido en Sopelana y en el conjunto de Uribe kosta a todos aquellos que han querido colaborar solidariamente con un pueblo que lleva más de 30 años refugiado en espera de un apoyo internacional que ayude a solucionar su lamentable vida cotidiana.
Este año Eneko ha complementado su solidaria labor con su colaboración para la estancia en nuestro municipio de un grupo de niños y niñas palestinos. La semana pasada me señalaba entusiasmado que pensaba acompañarlos en el viaje de regreso a su País. Su ilusión se ha visto frenada por la dinámica militar de un país, como el israelí, en permanente estado de sitio, con mentalidad guerrera y que no admite entre los criterios que baraja como saludables los motivos que a un joven vasco solidario le pueden llevar hasta las tierras que ellos mantienen militarmente ocupadas.
Acostumbrado como está a nadar contra corriente, y de la misma manera que un músico, como él, no puede desanimarse porque no le haga caso un sordo, en este caso voluntario, estoy seguro que este tipo de actitudes militaristas no van a mermar ni un ápice su gigantesca humanidad.
(La foto es de EL CORREO)