Suele ser la mejor manera de darle punto final a un tema, o sicho de manera mas jocosa, y sin ánimo de molestar, de aparcar el muerto y dejarlo en manos de otro.
Unos recogen firmas para quitar la OTA de su municipio, otros, para ponerla, unos para que se vaya una empresa, otros, para que venga no sé qué cantante, unos para luchar contra el SIDA, otros por la justicia social, unos porque se creen con derecho a piso gratis, los otros porque no quieren que se despilfarre dinero con sus impuestos, los unos en contra de la tortura, los otros en contra de la tortura de los unos.
En fin, que como es gratis, recoger firmas es una práctica bastante habitual. Lo malo suele ser las pocas veces que al final viene un notario, quita del monton las firmas repetidas o falsas, cuenta el número real de solicitudes, compara con el número que debería de haberse recolectado si lo que decían inicialmente era verdad y más de uno se sonroja porque no deja de ser una reacción fisiológica de lo más humana.