Habrá quien defienda que la "izquierda abertzale histórica" ha evolucionado políticamente y asume, con treinta años de retraso, las reglas del juego democrático. Habrá quien lo diga e incluso quien se lo crea. Pero escuchando a uno de sus históricos dirigentes, hoy presente en el Palacio, cuando menos, uno tiene derecho a dudarlo:
- hay más razones que nunca para la lucha armada, pero menos condiciones objetivas y subjetivas.
- no tiene futuro si no es capaz de poner patas arriba al Estado y si el pueblo y la propia izquierda abertzale están sufriendo muchas veces más con las acciones de ETA que el propio enemigo.
- creíamos que el Estado no iba a llegar a la exclusión de la izquierda abertzale tradicional de las instituciones.
- en Europa, ante las ilegalizaciones tan burdas, pensábamos que iban a decir que teníamos derecho a ser legales.
- la sociedad, cuando se nos detiene, no se moviliza y mira a otra parte.
Si todo esto ha sido dicho a lo largo de estos últimos días, y si ningún "compañero de filas" le desdice, lo que han escenificado hoy en el Euskalduna ... ¿puede considerarse algo más que una nueva escenificación de las muchas que han realizado hasta ahora?