Recordaba el otro día un periódico local que Euskadi se vende fuera bajo la marca "España verde". La noticia estaba redactada de tal manera que podía deducirse, si el lector tenía cierta "predisposición negativa", que la medida resultaba nueva y que era fruto de ese "permanente intento de españolización que el actual gobierno está intentando llevar a efecto con sus diarias y continuas medidas diluyentes de lo vasco". Esta aseveración que pude escuchar tomando un café en grupo, además de llamarme la atención por lo desafortunada e incierta, me hizo entrar en el debate, puesto que recuerdo, de mis tiempos de concejal de Turismo, que la medida ya se aplicaba y se acudía a otras ferias bajo esa denominación en la legislatura anterior.
Cuando se lo comente a mi contertulio no se lo podía ni imaginar que hubiese podido ser así. Y a mí, personalmente, lo que me cuesta es creer que a algunos les resulte tan complicado abrir sus mentes a actitudes más abiertas y colaborativas, en esto o en cualquier otro campo de la vida cotidiana.
