Si esto no es la gota que colma el vaso, va a resultar que nos merecemos ésto y mucho más.
Sin duda un problema que lleva ya demasiados años amargándonos los periodos festivos y las fechas claves en las que más viajes de dan. Tres ideas me vienen a la memoria.
Que los controladores son unos "impresentables", algo que pocos lo pondrán en duda.
Que en una época de crisis como la actual, que los que más ganan, y de manera desproporcionada, descontrolada y vergonzosa, sean los primeros que salen a la calle a protestar por sus restricciones salariales, es repugnante, despreciable e imperdonable.
Que durante todos estos años, desde que Aznar les dió aquellos "derechos" absolutamente injustos y fuera de toda lógica, en los que estos señoritos se han reído del país, de sus gobernantes y de sus gentes, la administración ha hecho mas bien poco por enderezar y racionalizar el tema.
Sólo estos últimos meses hemos oído alguna palabra más sensata desde el Ministerio, palabras que se están demostrando escasas, insuficientes y que se las toman a risa, despreciando sin ningún rubor a autoridades, empresas y clientes afectados.
La ciudadanía, que no es tonta sabrá premiar o castigar aquellas actitudes firmes y rotundas desde la administración que impidan definitivamente que volvamos a vivir este esperpento.
Expulsar de su hasta ahora puesto de trabajo a un controlador que se ríe, desprecia e insulta con su actitud prepotente e injustificable, me parecería menos lamentable y doloroso que quitarle el subsidio de 400 € a un parado.