El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

martes, 22 de febrero de 2011

Internet y los dictadores. Ahora toca Libia.

La ola de cambio que estamos observando en los países islámicos tan solo hace unas semanas eran impensables. A los acontecimientos recientemente vividos en Túnez y en Egipto se suman estos días Libia y Bahréim. Del primero no sabemos si su histórico dictador, con más de cuatro décadas en el poder, sigue en el país o ya ha huido. El otro, el del golfo pérsico se ha visto obligado a suspender todo un acontecimiento mundial como es una carrera de Formula 1. Todos estos increíbles titulares de periódico se acumulan y amontonan en las primeras páginas de los informativos. 

Y en todos ellos hay un protagonismo impensable hace unos años: internet y sus redes sociales. Sin duda, un instrumento que en este tipo de conflictos sirve de ayuda inestimable para lo mas humildes y es el primer objetivo, junto a los tradicionales medios de comunicación, a enmudecer por parte de los dictadores. 

La larga marcha hacia la inevitable Libertad de estos países ha pegado un insólito acelerón y nada ni nadie impedirá que sus respectivos pueblos expulsen a estos estereotipos caducos de seres malignos y dictadores desfasados.