Ahora resulta que para ir desde Euskadi a Nueva York, en vez de despegar desde el aeropuerto de la metrópoli vasca, habrá que pasar por Gasteiz, un aeropuerto que hace años ha quedado demostrado que su inversión fue una fantasmada y hoy en día está casi reducido a ser receptor de cargas y mercancías.. En cuanto se entere el Markel Olano nos monta otro viaje directo desde "su" aeropuerto a , por lo menos, Los Angeles.
Al final, en Euskadi, eso sí, vamos a conseguir tener el "aeropuerto mas extenso del mundo", y viajando de una pista a otra pasamos las horas tontas, como nos pasa, por ejemplo, con la universidad y otros organismos impulsados desde la administración.
Al final, en Euskadi, eso sí, vamos a conseguir tener el "aeropuerto mas extenso del mundo", y viajando de una pista a otra pasamos las horas tontas, como nos pasa, por ejemplo, con la universidad y otros organismos impulsados desde la administración.
En fin, que como seguimos apostando por el país de los reinos de taifas, y tenemos que despilfarrar el dinero en aeropuertos, puertos, universidades, instituciones públicas etc .... pues así nos va.
Y quiero terminar con unos párrafos del blog de cybereuskadi, cuando comenta el esperpento que hemos vivido en Galdakao, y manifiesta creer que las dos instituciones son culpables, pero es la Consejería de Transportes del Gobierno Vasco la que peor lo ha hecho porque es la que ha intentado actuar para ganar votos en Galdakao, saltándose a la torera regulaciones y concesiones previas. Eso sí, la agresiva reacción de la Diputación de Bizkaia tampoco venía a cuento con un tema de una importancia tan menor y que al final a quien ha hecho daño es a toda la clase política.
Más aún si tenemos en cuenta que detrás hay electoralismo pero también defensa numantina de intereses empresariales. No hay que olvidar que el servicio de Bizkaibus entre Galdakao y Bilbao lo ofrecen dos empresas, Alsa y Pesa, y el que había adjudicado el Metro de Bilbao para la misma ruta había recaído en la firma alavesa Cuadra. Es lógico pensar que las lanzaderas gratuitas podían arruinar el negocio de los buses de pago.
De hecho, Alsa y Pesa se retiraron del concurso del Metro junto al otro licitante, Veolia, dejando en solitario a la compañía que finalmente recibió el encargo. ¿Hubo presiones de la Diputación de Bizkaia? Esto último es lo que parece dar a entender El País con datos facilitados por el PSE.
Lo cierto es que Alsa, Pesa y Veolia tienen contratos de varios años con Bizkaibus y Bilbobus, dos sociedades públicas controladas actualmente por el PNV. Cuadra, sin embargo, es propiedad de una familia muy vinculada a EA, hasta el punto de que su gerente es concejal de Zuia y ha sido parlamentaria por este partido. Las relaciones entre PNV y EA no pasan por su mejor momento.
Sea como fuere, parece que las cosas se van a arreglar después de todas las escenificaciones de esta semana. La Diputación de Bizkaia creará una línea específica de Bizkaibus para unir Galdakao con el metro que será gratuita para los usuarios de este último transporte. El servicio lo prestarán las compañías adjudicatarias de Bizkaibus.
Por cierto, es muy positivo que el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao haya entonado el mea culpa: “Uno de nuestros errores de estos días ha sido no advertir con anterioridad a la opinión pública de que la lanzadera no debía salir y que impediríamos su puesta en marcha por ser ilegal” (Ilegal si la administra el otro, legal si la controlo yo).
Y quiero terminar con unos párrafos del blog de cybereuskadi, cuando comenta el esperpento que hemos vivido en Galdakao, y manifiesta creer que las dos instituciones son culpables, pero es la Consejería de Transportes del Gobierno Vasco la que peor lo ha hecho porque es la que ha intentado actuar para ganar votos en Galdakao, saltándose a la torera regulaciones y concesiones previas. Eso sí, la agresiva reacción de la Diputación de Bizkaia tampoco venía a cuento con un tema de una importancia tan menor y que al final a quien ha hecho daño es a toda la clase política.
Más aún si tenemos en cuenta que detrás hay electoralismo pero también defensa numantina de intereses empresariales. No hay que olvidar que el servicio de Bizkaibus entre Galdakao y Bilbao lo ofrecen dos empresas, Alsa y Pesa, y el que había adjudicado el Metro de Bilbao para la misma ruta había recaído en la firma alavesa Cuadra. Es lógico pensar que las lanzaderas gratuitas podían arruinar el negocio de los buses de pago.
De hecho, Alsa y Pesa se retiraron del concurso del Metro junto al otro licitante, Veolia, dejando en solitario a la compañía que finalmente recibió el encargo. ¿Hubo presiones de la Diputación de Bizkaia? Esto último es lo que parece dar a entender El País con datos facilitados por el PSE.
Lo cierto es que Alsa, Pesa y Veolia tienen contratos de varios años con Bizkaibus y Bilbobus, dos sociedades públicas controladas actualmente por el PNV. Cuadra, sin embargo, es propiedad de una familia muy vinculada a EA, hasta el punto de que su gerente es concejal de Zuia y ha sido parlamentaria por este partido. Las relaciones entre PNV y EA no pasan por su mejor momento.
Sea como fuere, parece que las cosas se van a arreglar después de todas las escenificaciones de esta semana. La Diputación de Bizkaia creará una línea específica de Bizkaibus para unir Galdakao con el metro que será gratuita para los usuarios de este último transporte. El servicio lo prestarán las compañías adjudicatarias de Bizkaibus.
Por cierto, es muy positivo que el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao haya entonado el mea culpa: “Uno de nuestros errores de estos días ha sido no advertir con anterioridad a la opinión pública de que la lanzadera no debía salir y que impediríamos su puesta en marcha por ser ilegal” (Ilegal si la administra el otro, legal si la controlo yo).