Me parece muy interesante el informe encargado por Lehendakaritza para evaluar la capacidad de los tres niveles de la Administración vasca. Es decir: gobierno, diputaciones y ayuntamientos. Y como consecuencia de tanto gobierno y "gobiernito", los derroches que se han podido producir en este país por culpa de tanta descentralización mal entendida.
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La existencia de siete aeropuertos en Euskal herria, Cantabria y Rioja, tres en la comunidad autónoma, es un disparate al que ningún gobierno hasta ahora se ha atrevido a oponer la más mínima objeción.
Lo mismo ha ocurrido con las universidades y el dispendio favorecido por los reinos de taifas que sin tener en cuenta la procedencia de la mayoría del alumnado ha favorecido que afloren facultades en todos los territorios históricos sin mayores objeciones.
La manía de reivindicar palacios de congresos como si fuesen churros y adjuntarlos a los programas electorales solo ha sido frenada cuando los números empezaban a no cuadrar. Algo parecido va a pasar con el superpuerto de Pasajes, que no se termina de entender cuando al de Bilbao todavía se le puede sacar mucho más rendimiento.
Los polideportivos, las aulas de cultura e incluso los espacios para arrastre de piedras en municipios sin tradición suficiente han sido el orden del día de municipios que en momentos de vacas flacas no pueden asumir su mantenimiento y tienen que proceder a cerrarlos, cuando no malvenderlos, y todo por culpa de una ausencia total de visión supramunicipal donde ha interesado más potenciar más de 250 "parlamentitos" que un parlamento común fuerte y con capacidad de decisión.
A veces, lo que le echamos en cara al parlamento europeo, por su poca capacidad de maniobra, traducido al de Vitoria, se le podría argumentar razones parecidas.