Lo de nuevo estatus político depende cómo se diga puede sonar razonable para casi todos ... o no. Ibarretxe fue un gran ejemplo de cómo no hay que empezar.
Hace falta que se incida en lo que nos une, que es la mayoría, mas que lo que nos desune, que es una parte claramente menor. Mas de treinta años de Estatuto, esa nueva situación política que se dará tras la desaparición de ETA, ya próxima, una re-lectura conjunta y una readaptacion a los nuevos tiempos parece lógico.
No estoy de acuerdo con quienes basan todas estas reivindicaciones en los "derechos históricos", porque no son más que eso, historia pasada, agua que no mueve molino. Euskadi tendrá o dejará de tener una constitución nueva, no porque en el entorno se le reconozca un derecho histórico, sino porque como consecuencia del principio de la libertad política de la que disfruta, así lo determine.
Hace falta que se incida en lo que nos une, que es la mayoría, mas que lo que nos desune, que es una parte claramente menor. Mas de treinta años de Estatuto, esa nueva situación política que se dará tras la desaparición de ETA, ya próxima, una re-lectura conjunta y una readaptacion a los nuevos tiempos parece lógico.
No estoy de acuerdo con quienes basan todas estas reivindicaciones en los "derechos históricos", porque no son más que eso, historia pasada, agua que no mueve molino. Euskadi tendrá o dejará de tener una constitución nueva, no porque en el entorno se le reconozca un derecho histórico, sino porque como consecuencia del principio de la libertad política de la que disfruta, así lo determine.
El estatuto vasco actual es nuestra máxima ley. Y eso lo reconocemos todos y todas. Llamarla estatuto, ley de máximo rango, constitución vasca o "reglamentus máximus", a mi personalmente no me importa tanto, lo que quiero es que aúne, que consiga el apoyo de la mayor parte de la ciudadanía. Más que el actual si se puede, lo cual no va a ser fácil con la tensión que transmiten nuestros máximos representantes políticos no se ayuda a ese objetivo.
Las declaraciones de Urkullu o las de Eguiguren pueden entenderse en la misma linea ... si se quiere. O no, si lo que interesa es marcar diferencias, y desde luego, éste, el de las diferencias, no es el camino.