El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

martes, 25 de septiembre de 2012

¿Qué es ser nazi, Cospedal? ¿Y tú me lo preguntas? Nazi eres tú.


Resulta que ahora soy nazi. Lo dicen la Cospedal y la Cifuentes, dos señoras que no desentonarían de extras en un desfile en Nüremberg, en 1939, perdidas entre una muchedumbre vociferante, un bosque de pelo rubio y ojos azules, todo sonrisas y brazos en alto aclamando a Hitler. Algo de verdad debe de haber en la afirmación puesto que de nazismo estas dos saben un montón: se criaron entre cachorros de extrema derecha, amamantándose en las tetas mismas del franquismo y medrando a la sombra de un partido político que no es más que una mutación genética de la dictadura, una metástasis de Fraga sólo que adaptado a los nuevos tiempos, es decir, con menos lecturas y más laca.
Muchos sospechamos que la célebre niña de Rajoy (aquella de los chuches a los que no iba a subir el IVA) era un remiendo de la niña de El exorcista, una pobre criatura que hablaba poseída por un ventrílocuo cenizo con barba y gafas. Ahora descubrimos que no, que la niña son dos, por lo menos, si no son tres o cuatrocientas, que todas estas Cospedales, Cifuentes, Esperanzas, Fátimas y Sorayas son más bien las niñas del Brasil clonadas ideológicamente a partir de unas gotas de sangre del Caudillo, las terroríficas muñecas de Famosa que se dirigen al portal a piñón fijo, hacia una España grande, libre, católica y apostólica. También es mala suerte, tanto feminismo para esto.
Resulta que, según las niñas del Brasil, el 25 S es igual que el 23 F, que un coronel de la guardia civil, pistolón y mala leche, que entró pegando tiros al techo del Congreso es exactamente lo mismo que un pobre jubilado con una pancarta y que un joven airado harto de que le roben, le expriman y le expropien. Resulta que en este país, donde tantas veces los militares y los hijos de papá han tomado el poder por sus cojones, ya es lo mismo el ruido de sables que el ruido de tupper.
Habrá que recordar a estas niñas del Brasil, que al fin y al cabo no han leído tanto como Fraga, que Adof Hitler se aupó hasta el pedestal más alto de Alemania precisamente gracias a la democracia y que el nazismo consiste básicamente en desposeer al pueblo de sus derechos elementales, en transformar a los electores en ovejas obedientes y en dividir a la sociedad en ciudadanos de primera, ciudadanos de segunda y elementos nocivos que hay que segregar primero y exterminar después, ya sean judíos, gitanos, moros, comunistas o emigrantes. Es decir, chusma. Es decir, pobres.
¿Qué es ser nazi, Cospedal? ¿Y tú me lo preguntas? Nazi eres tú.