Diez meses ... para decir "nada".
Claramente aburrida, absolutamente previsible,
y con pintas de estar medio pactada.
Y si el suspende, los periodistas, visto lo visto,
también.
Si quitamos las palabras vagas, las repetitivas,
las que sirven para ir pensando qué vas a responder,
se nos va la mitad de la entrevista.
Como ejemplo del desarrollo de la misma,
valga la patética respuesta a ¿España necesita un rescate? :
valga la patética respuesta a ¿España necesita un rescate? :