El PSOE probablemente pueda ser el partido convertido en el fiel de la balanza de algunos de los nuevos parlamentos que surjan este año tras elecciones democráticas de distinto rango y no tengo muy claro, más bien me temo lo peor, que ante la derecha o la decencia elija no provocar grandes cambios en la administración.
Están perdiendo la confianza a marchas agigantadas pero parece que están muy seguros y convencidos de lo que hacen. En mi opinión, su credibilidad toca suelo. Espero que tengan encendidas las alarmas y reaccionen porque la hostia, la electoral, si no cambian radicalmente, la tienen más que asegurada y el país no se merece un final tan triste de una organización con su historia.