Puedo comprender la humana desesperación y las ansias de “justicia”, incluso de venganza, de los familiares de las víctimas de crímenes horrendos.
No puedo entender y me resulta deleznable que, utilizando estas emociones humanas, alguien quiera aprovecharse políticamente y sacar réditos. Y eso es lo que el PP lleva haciendo desde el mismo momento en que Aznar llegó al Gobierno. Y ahora se dispone a repetirlo Rajoy, con la Reforma del Código Penal.
Lo que el PP, con este modelo penal, ha conseguido, es llenar las cárceles de delincuentes menores por razones de reincidencia y dificultar las tareas de reinserción que, con muchas dificultades, intentan llevar a cabo los profesionales, siempre con pocos medios.
Y ha obtenido algunos réditos: garantizar los votos de los sectores sociales que en otros países votan a la extrema derecha. El PP está dispuesto a demostrar que a su derecha, no hay nada.
Por eso es muy importante aislar social y políticamente al PP, y no permitirle que utilice la lucha antiterrorista como coartada.
Sinceramente, no entiendo la posición del PSOE. Si en algún aspecto no deben sentirse acomplejados, es en materia antiterrorista, donde cuentan con una importante autoridad política tanto en el Gobierno como en la oposición. Por eso me resulta difícil de entender que hayan aceptado este terreno de juego tan peligroso.