El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

miércoles, 25 de febrero de 2015

Villalabeitia, de Kutxabank, gracias a PNV, PSE y PP provoca alarma y bochorno social

Ninguno de nosotros sabe lo que es ganar 800.000 euros al año ni fantaseando. Pero, también lo desconoce el poderoso Obama, que percibe unos 400.000, Angela Merkel, que se conforma con 240.000, o Mariano Rajoy que gana 78.0000. Incluso la eterna abogada de la austeridad, la presidenta del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, cobra 324.000 euros anuales, tras subirse el sueldo un 11% nada más llegar al cargo.
Tiene que ser asombroso mirar la nómina –aunque, dudo de que estos personajes comprueben impacientes si han recibido el ingreso– y comprobar que uno realiza trabajo de dioses.
No dudo de los extraordinarios conocimientos del señor Villalabeitia. Pero, cuando el Salario Mínimo Interprofesional se ha incrementado este año un 0,5% respecto a 201, y es de 9080,40 euros al año; y el sueldo medio de un trabajador es más bajo que hace 20 años, subirse un 73% el propio sueldo debería hacer enrojecer.
¿Deberá agradecérselo al partido que le propuso para tan alto cargo?
Kutxabank es la entidad que más desahucios ejecuta en el País Vasco por impago de hipotecas.
En todo esto, hay otro factor extraordinariamente relevante y aún más difícil de entender y es el comportamiento de los 14 representantes del PNV, PSE y PP en el Consejo de Administración de la fundación que han respaldado la decisión de su presidente y con sus votos le han hecho merecedor de un sueldo que genera alarma social.
Como todo es negocio, y si no nos gustan sus principios tienen otros peores, han demostrado estar bien entrenados para cumplir. Quizá esperen un trofeo de reconocimiento. O solo que les dejen donde están. Resulta, al menos llamativo, que las direcciones de los partidos a los que representan no supieran la decisión que iban a adoptar sus afiliados.
La mayoría de nosotros sobrevivimos echándonos a andar mundo adelante. Pero, hay hombres –la gran mayoría son hombres de traje gris– destinados al éxito. No hay duda de que el presidente de Kutxabank es uno de ellos. Subirse el sueldo él mismo un 73% en un País Vasco con 174.000 parados y establecerlo en 800.000 euros anuales cuando el salario medio anual no llega a los 20.000 es la prueba de que lo ha conseguido.